Hay que dar una colación adicional al acostarse,
cada vez que las orinas después de la cena sean aglucosúricas.
Al elegir alimentos hay que dar un mínimo de
leche y/o queso para asegurar el aporte de calcio; de carne y/o huevo para
cubrir la cuota de hierro; de frutas cítricas y/o vegetales A crudos, para la
cuota de ácido ascórbico, y de vegetales amarillos (zanahoria, zapallo, etc.),
y/o manteca para que en forma de caroteno o, directamente, sea cubierto el
requerimiento de vitamina A.
La cuota
de tiamina es la más difícil de cubrir; de allí que sea la que más requiere a
veces el uso de un preparado farmacológico con esta vitamina.
En nuestra
experiencia es conveniente iniciar el tratamiento con lo que hemos denominado
«régimen de ensayo». Esta es una dieta monótona, sin equivalencias, fácil de
entender por el enfermo, y que psicológicamente, lo hace ponerse en situación.
Permite al
médico manejar el elemento dieta como factor «constante». Pasado un tiempo
corto el dietista, eventualmente el médico, entregará al enfermo el «régimen
definitivo». En él estarán señaladas todas las equivalencias y reemplazos, así
como también los consejos para cuando el diabético debe comer fuera de su casa
o asistir a actos sociales.
Igualmente
se entregará el régimen que el diabético deba seguir en caso de intercurrencia
infecciosa ocuando nota que aparece cetonuria, hasta el momento de ser examinado
por su médico. Este régimen definitivo, que es una verdadera cartilla, integra
todo el sistema de educación del diabético.